
Al dejar una carrera militar de quince años, el francés Alain Wittmann optó por dedicarse a la fotografía forense. Su trabajo ha permitido esclarecer violaciones de los derechos humanos.
Desde hace un tiempo ha puesto su lente en el Perú
Como corresponde a un hombre que toma fotografías de restos humanos, Alain Wittmann es un tipo sereno. Por momentos sus gestos adoptan la gravedad de alguien que está acostumbrado a trabajar en silencio. De hecho, durante años ha captado imágenes de lugares que enmudecerían a cualquiera, por las huellas de crueldad que presentaban, de manera que la apariencia metódica de su carácter no resulta una sorpresa. "Uno no imagina las cosas que se puede ver en este trabajo", señala. Su objetivo es traducirlas en evidencia.

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