domingo, 9 de noviembre de 2008

CURSO DE RESGUARDO (ESCOLTA)


Una escolta es una persona con conocimientos de armas, defensa personal, en el ejercito toman el curso de protecciòn a funcionarios, su funciòn principal es brindar protecciòn a la seguridad integral de su cliente. Defender a toda costa la vida de su cliente es su funciòn, un escolta se caracteriza por no tener funciones secundarias, y si es asì, simplemente es un ****** cualquiera.

Dirigido a Profesionales de la Seguridad Personal en General que desee incursionar en la Tecnica Israeli (hombres y Mujeres).

-BRINDAMOS PERSONAL ALTAMENTE CALIFICADO EN RESGUARDO SISTEMA (PROTEGEME) EN RETIRO DE DINERO (BANCOS)
-FUNCIONARIOS Y A SUS FAMILIAS, EXTRANJEROS Y NACIONALES.
INICIO (16 DE NOV).

El un profesional de la seguridad, pública o privada, especializado en la protección de personalidades. Debe pertenecer a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de una empresa de seguridad privada. Además de su formación básica debe realizar un curso y un examen de capacitación. Aqui en el Peru , se denomina guardaespalda a la persona, no profesional y no habilitada que es contratada por un particular para que le acompañe, no pudiendo portar armas ni ejercer funciones propias de un escolta.

CURSOS

Curso de Tiro (Tecnica Israelita)

Tecnicas de Proteccion Ejecutiva.

Manejo Defensivo Ofensivo

Urgencias Medicas

Combate contra Incendios

Cursos de Observacion

Deteccion de Vigilancia y Contra-Vigilancia

Defensa Personal

También se denomina escolta, de modo general, al conjunto de personas, vehículos, buques o aviones que desempeñan conjuntamente la misión de escoltar algo o a alguien.

Mas informacion
Telf: 989800977

La criminalidad y violencia en el Perú constituyen en la actualidad un problema político social de primer orden, que exige la necesidad de implementar medidas concretas para disminuir la violencia urbana en Lima y principales ciudades del país, en particular contra la delincuencia común, cuyos efectos los padece transversalmente toda la población.

Esta violencia obedece a muchos factores causales de índole socioeconómico y cultural, donde la familia, la escuela, la comunidad y los medios de comunicación constituyen espacios de socialización muy importantes; sin embargo, éstos históricamente no han articulado una clara orientación de sus objetivos, contribuyendo a una débil formación ciudadana.

La formación de una ciudadanía competente comienza en el hogar, continúa y se fortalece mediante una educación de calidad en las instituciones educativas, se consolida en la comunidad mediante la práctica cotidiana; pero la crisis de valores que en nuestro país tiene una raigambre social muy compleja, viene dando lugar a manifestaciones preocupantes en el comportamiento social y que se manifiestan sobre todo en la intolerancia, la corrupción, la agresividad, el atropello del orden social establecido, la falta de respeto a los derechos humanos; y sobre todo, el incremento de la delincuencia común y organizada.
La información estadística sobre denuncias por delitos registrada por el Departamento de Estadística de la Policía Nacional en el periodo 1994-2002, revela una tendencia decreciente de 1,994 a 1,995, mostrando luego un progresivo incremento hasta 1998, para luego descender hasta el 2001 y retomar nuevamente el ascenso a partir del 2,002. Esta tendencia señala un decrecimiento promedio anual del –2.11% de las denuncias de delitos mayores registradas en las dependencias policiales a nivel nacional.
En cuanto a tipo de delitos, las estadísticas revelan que del total de delitos registrados por la Policía Nacional entre 1994 al 2,002, el 59.3% se encuentran tipificados como delitos Contra el Patrimonio; es decir, en nuestro país, los delitos más frecuentes son aquellos que atentan contra la propiedad de las personas, entre los que se distinguen en primer lugar, el robo (39.7%), luego el hurto (39.0%), seguido de lejos por las estafas (7.2) y la apropiación ilícita (7.1%).
Distribuciòn media porcentual de delitos registrados por la PNPPeriodo 1994-2002
Cedro señala que la comercialización y el consumo de drogas entre la población urbana de 12 a 50 años va en aumento. En el caso de la pasta básica de cocaína (PBC) entre 1,997 y el 2,000 subió el consumo en un 4.7%.
Si bien se aprecia una progresiva disminución de delitos mayores registrados por la Policía Nacional en el periodo señalado, con ligero repunte el año 2,002, existe de otro lado un apreciable número de delitos menores y faltas que no forman parte de dicha estadística y que se encuentran en el rubro de la denominada delincuencia común, y que se sintetiza en robos a domicilios, robos y asaltos en la vía pública, “pandillaje”, venta y consumo de drogas, secuestros al paso, violencia familiar, entre otros, que han convertido a muchas ciudades del país en jurisdicciones peligrosas.
Este tipo de delincuencia, por su masificación, por su cantidad cada día más creciente y por las connotaciones sociales que la originan, es mucho mas preocupante que otro tipo de delitos, y porque su control ha escapado a la capacidad de la policía para hacerle frente. Las estadísticas policiales al respecto no reflejan en toda su dimensión la gravedad del problema porque la mayor parte de los agraviados no acuden a las comisarías a registrar su denuncia por una serie de factores, como la poca confianza que la ciudadanía tiene de la policía para solucionar su problema, a decir de los resultados de las encuestas de victimización que reflejan con mayor precisión esta problemática.
A la fecha, en el país se han realizado tres encuestas de victimización – Instituto Apoyo (1966 y 1998) e Instituto Nacional de Estadística (1997) -, que fueron desarrolladas con metodologías distintas; sin embargo, dichas encuestas permiten establecer la siguiente caracterización de la delincuencia en la ciudad de Lima:

1. La delincuencia afecta a todos los niveles socioeconómicos, pero la incidencia de cierto tipo de delitos, como los robos a viviendas, por ejemplo, es mayor en los sectores medios o bajos.
2. Los robos y asaltos tienen como principal objetivo la apropiación de los bienes de las víctimas más que dañar su integridad física (poco uso de armas y bajo registro de agresiones graves).
3. En la mayor parte de casos, los atacantes son varones jóvenes.
4. Los integrantes de pandillas derivan en actos antisociales que según estudios parecen obedecer a falta de alternativas recreativas y laborales.
El centro de la actividad delictiva es la ciudad de Lima que exhibe el índice de inseguridad más alto del país. Entre 1981 y el 2001, la población de Lima se ha incrementado en un 67% pasando de 4,6 millones a un total de 7,7 millones de habitantes, en una urbe con condiciones de vida precarias. El 32% de la población vive en situación de pobreza y el 2,3 % en situación de extrema pobreza. La tasa de desempleo asciende a 7,9% y la de subempleo a 37,4%.
La inseguridad que existe en Lima y en las principales ciudades del país por la incidencia de la delincuencia común, se incrementa aún mas con la sensación subjetiva que tiene la ciudadanía de que la delincuencia aumenta de manera mas acelerada de la que en realidad se registra. La gente, por ejemplo, siente especial temor de ser víctima de un asalto cuando sale o regresa a su casa en horas de la noche, al caminar por barrios populosos o calles poco alumbradas.
Es evidente que la percepción de la delincuencia no se basa tanto de las experiencias individuales de los ciudadanos, sino de un conjunto de elementos externos, donde las crónicas rojas de los medios de comunicación juegan un papel importante.
Fuente: CONASEC